Las oportunidades de financiamiento educativo se reconfiguran para residentes en Estados Unidos. Cambios en criterios de elegibilidad, nuevas convocatorias y programas ya conocidos que ajustan sus reglas marcan el escenario. Qué opciones habrá disponibles, a quiénes alcanzan y qué aspectos conviene revisar antes de postularse.
Miles de residentes en Estados Unidos —migrantes, hijos de inmigrantes y deportistas en formación— podrán gozar del nuevo ciclo de becas educativas que comenzará a desplegarse en 2026, en un contexto de fuerte demanda de apoyo financiero para estudios universitarios y de posgrado.
Se trata de programas impulsados por fundaciones privadas, organismos internacionales y organizaciones comunitarias, con criterios específicos según el estatus migratorio, el origen y la trayectoria académica o deportiva.
Las becas están destinadas a quienes ya viven en el país, ya sea como residentes permanentes, beneficiarios de DACA, inmigrantes sin estatus regular o ciudadanos elegibles, y buscan cursar estudios en instituciones estadounidenses.
El acceso depende de cómo se financia cada programa y de sus objetivos: algunos priorizan la inclusión educativa, otros la movilidad internacional. Por eso, conocer el funcionamiento y los requisitos será clave para aprovechar las oportunidades que abrirá 2026.
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¿A qué becas pueden acceder los residentes en Estados Unidos?
Los residentes permanentes en Estados Unidos cuentan con un abanico de becas más amplio que otros perfiles migratorios, aunque no todas las convocatorias internacionales están abiertas para ellos.
Existen programas diseñados específicamente para inmigrantes, así como becas generales que admiten tanto a ciudadanos como a residentes legales, siempre que cumplan con ciertos requisitos académicos y económicos.
Entre las más reconocidas se encuentran las becas de TheDream.US, orientadas principalmente a estudiantes indocumentados, con o sin DACA, pero que también pueden incluir a otros inmigrantes que no califican para ayuda federal.
Este programa se ha consolidado como una de las principales vías de acceso a la universidad para jóvenes migrantes que viven y estudian en Estados Unidos.
También hay becas gestionadas por organizaciones latinas y comunitarias, como las que difunde USAHello, que reúne oportunidades de distintas fundaciones privadas.
Estas becas están enfocadas en cubrir matrícula, libros y gastos básicos, y están pensadas para inmigrantes y refugiados que enfrentan barreras económicas y administrativas.
A nivel internacional, la Organización de los Estados Americanos (OEA) ofrece becas para ciudadanos de países miembros, incluidos aquellos que residen en Estados Unidos. Estas ayudas pueden aplicarse a estudios de grado y posgrado, y se otorgan bajo convenios con universidades y gobiernos.
En el segmento de mayor prestigio académico se ubican las Becas Gates, dirigidas a estudiantes de alto rendimiento que sean ciudadanos o residentes permanentes y que califiquen para la beca federal Pell. Este programa cubre la totalidad de los gastos educativos, desde la matrícula hasta la manutención.
¿Cómo funcionan las becas para migrantes y deportistas residentes en Estados Unidos?
El funcionamiento de estas becas se basa en criterios de elegibilidad muy precisos, que combinan estatus migratorio, nivel académico, situación económica y, en algunos casos, desempeño deportivo.
A diferencia de los estudiantes internacionales, los residentes en Estados Unidos no siempre encajan en programas pensados para promover la movilidad entre países, lo que explica algunas exclusiones.
Las becas orientadas a migrantes suelen priorizar la permanencia y el arraigo en el sistema educativo estadounidense.
Por eso, programas como TheDream.US o los gestionados por organizaciones latinas buscan compensar la falta de acceso a ayudas federales, ofreciendo fondos que se aplican directamente a universidades dentro del país.
En el caso de deportistas residentes, muchas becas se canalizan a través de universidades que combinan apoyo académico y atlético.
Si bien no todos los programas distinguen explícitamente entre migrantes y ciudadanos, el estatus migratorio puede influir en la posibilidad de acceder a fondos públicos o federales, lo que vuelve determinante la letra chica de cada convocatoria.
Un punto clave es que algunas becas internacionales, como ciertas versiones de Fulbright, excluyen a residentes permanentes porque están diseñadas para estudiantes que viven en sus países de origen y buscan formarse en el exterior.
En estos casos, la exclusión no es arbitraria, sino parte del objetivo del programa.
Por eso, los especialistas recomiendan analizar cada convocatoria con detenimiento y no asumir que una beca “internacional” es automáticamente accesible para quienes ya residen en Estados Unidos.
¿Cuáles son los programas específicos que pueden considerar los residentes en Estados Unidos?
Entre los programas más mencionados para 2026 se destacan aquellos que ya tienen trayectoria y reglas claras. TheDream.US continuará siendo una referencia para estudiantes inmigrantes que no acceden a ayuda federal, con convocatorias anuales y acuerdos con universidades asociadas.
USAHello no otorga una beca única, sino que funciona como una plataforma que concentra oportunidades de distintas organizaciones.
Allí se pueden encontrar apoyos económicos para estudios técnicos, universitarios y de posgrado, además de recursos para completar solicitudes y entender requisitos.
Las becas de la OEA representan una alternativa para residentes que mantienen la ciudadanía de un país latinoamericano. Estas ayudas pueden cubrir parcialmente matrícula y gastos, y suelen estar vinculadas a áreas estratégicas de estudio definidas por el organismo.
En contraste, existen programas que conviene descartar si se es residente permanente. Las becas de intercambio como las de iEduex, asociadas a visados J-1, están pensadas exclusivamente para estudiantes internacionales no residentes. Postularse a ellas sin cumplir ese requisito implica una pérdida de tiempo y recursos.
Algo similar ocurre con algunas becas Fulbright, como las gestionadas por ciertos países, que excluyen explícitamente a residentes permanentes en Estados Unidos para fomentar que los beneficiarios regresen a sus países de origen tras la experiencia académica.
¿Qué otras becas recomiendan los especialistas para residentes en Estados Unidos?
Más allá de los programas más conocidos, los especialistas aconsejan explorar becas locales y sectoriales. Muchas universidades estadounidenses ofrecen fondos propios para estudiantes inmigrantes y residentes, que no siempre tienen la misma visibilidad que las grandes becas nacionales.
También recomiendan consultar guías especializadas, como las disponibles en Bestcolleges.com, donde se recopilan becas orientadas a estudiantes hispanos y latinos. Estas guías permiten filtrar oportunidades según origen, área de estudio y nivel educativo.
Otro consejo recurrente es verificar siempre la elegibilidad específica antes de iniciar una postulación. Algunos programas se presentan como abiertos, pero en los detalles aclaran que están dirigidos a estudiantes internacionales o a perfiles que no incluyen a residentes permanentes.
Finalmente, la planificación anticipada será clave para 2026. Reunir documentación migratoria, académica y financiera con tiempo, y seguir de cerca las actualizaciones de cada programa, puede marcar la diferencia entre acceder o no a una beca en un escenario cada vez más competitivo.
