Una nueva orden del gobierno congeló trámites clave de inmigración y naturalización para ciudadanos de 19 países considerados de alto riesgo. La decisión impacta a quienes son residentes en Estados Unidos y a quienes están fuera del país. Esta nota explica qué se suspendió, a quiénes alcanza y qué recomiendan los expertos.
El gobierno de Donald Trump dispuso una suspensión amplia e inmediata de decisiones migratorias que afecta a inmigrantes de 19 países catalogados como “de alto riesgo”, tanto a quienes ya son residentes en Estados Unidos como a quienes buscaban iniciar o completar trámites para vivir legalmente en el país.
La medida se tomó tras el tiroteo ocurrido en Washington durante el feriado de Acción de Gracias, en el que un ciudadano afgano con asilo mató a una agente de la Guardia Nacional e hirió a otro efectivo cerca de la Casa Blanca.
La decisión quedó formalizada en un memorando de política del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), que ordena frenar toda decisión final sobre solicitudes de residencia, ciudadanía, asilo y otros beneficios presentados por personas de esos 19 países.
El gobierno argumenta razones de seguridad nacional y la necesidad de corregir “fallas graves” en los controles de antecedentes, mientras abre una revisión integral de casos aprobados desde 2021 y anticipa que la suspensión seguirá vigente hasta que concluya ese proceso.
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¿Cuáles son los 19 países cuyos ciudadanos no podrán ser residentes en Estados Unidos?
La nueva suspensión migratoria alcanza a ciudadanos de 19 países que la administración Trump considera de “alto riesgo” en materia de seguridad nacional y amenazas terroristas.
Se trata de Afganistán, Myanmar (Birmania), Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Yemen, Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
Estos países ya figuraban en la proclamación presidencial de junio —la Proclamación 10949— que impuso restricciones totales o parciales de viaje.
Sin embargo, aquella medida se concentraba sobre todo en el ingreso al territorio estadounidense y dejaba a resguardo a quienes ya vivían en Estados Unidos y tenían trámites en curso.
La novedad ahora es que el alcance se amplía de forma directa sobre los procesos migratorios dentro del país.
De acuerdo con documentos internos de la administración Trump, el USCIS instruyó a su personal a “detener la decisión final sobre todos los casos” vinculados a ciudadanos de estas 19 naciones.
Eso incluye expedientes en etapas avanzadas, con entrevistas realizadas e incluso con ceremonias de naturalización ya programadas para las próximas semanas.
En la práctica, esto significa que un solicitante de residencia o ciudadanía de cualquiera de esos países, aunque resida desde hace años en Estados Unidos y cumpla todos los requisitos, verá su caso congelado sin plazo definido.
Lo mismo sucederá con quienes esperaban una respuesta sobre asilo, refugio, visas humanitarias u otros beneficios especiales concedidos en los últimos años.
Fuentes oficiales adelantaron además que la Casa Blanca evalúa ampliar la lista en el marco de una “vigilancia especial” que podría acercar el total a unas 30 nacionalidades bajo restricciones adicionales de viaje o de tramitación de beneficios.
¿Cómo funcionan las suspensiones migratorias para quienes buscan ser residentes en Estados Unidos?
El memorando del 2 de diciembre establece un congelamiento generalizado de decisiones migratorias.
En primer lugar, ordena suspender toda resolución sobre solicitudes de residencia permanente (green card), ajustes de estatus, entrevistas de ciudadanía y juramentos de naturalización de personas originarias de los 19 países señalados.
Ninguna de esas peticiones podrá ser aprobada o rechazada mientras dure la revisión de seguridad.
La medida también abarca el asilo y los refugios. USCIS dispuso una “pausa total” en las decisiones de asilo, tanto para quienes ya tienen entrevista programada como para los que aguardan definición desde hace meses o años.
En el caso de Afganistán, se agrega la paralización de visas especiales para quienes colaboraron con Estados Unidos, una vía que se había utilizado intensamente tras la retirada de tropas de ese país.
Un punto clave del memorando es que el congelamiento no se limita a los casos pendientes. La agencia ordena una “revisión exhaustiva” de los beneficios ya aprobados para ciudadanos de esos países que hayan ingresado a Estados Unidos a partir del 20 de enero de 2021.
Es decir, incluye a quienes ya obtuvieron asilo, residencia o algún visado especial durante la administración Biden, y ahora podrían ser convocados a nuevas entrevistas o controles adicionales.
La instrucción interna precisa que cada caso será analizado de manera “individualizada”, con posibilidad de entrevistas nuevas e incluso reentrevistas cuando las autoridades lo consideren necesario.
Además, cualquier pedido para levantar la pausa en un expediente concreto, por razones legales o “circunstancias extraordinarias”, requerirá la autorización personal del director del USCIS, Joseph Edlow.
Por último, el propio memorando aclara que la suspensión solo podrá ser levantada mediante otro documento oficial firmado al más alto nivel.
Hasta entonces, toda la estructura migratoria queda en modo de “espera”: no se emiten decisiones finales, no se celebran ceremonias de naturalización para personas de esos países y se revisan políticas internas con el objetivo declarado de endurecer los criterios de seguridad.

¿Qué recomiendan los especialistas para los ciudadanos de 19 países con suspensiones migratorias?
Expertos en inmigración consultados en Estados Unidos califican la medida como “sin precedentes” por su alcance y por el hecho de que no fija un plazo cierto para la reanudación de las decisiones.
La recomendación general para los ciudadanos de los 19 países afectados es evitar decisiones impulsivas, documentar al máximo su situación y buscar asesoría legal especializada cuanto antes.
Para quienes ya viven en Estados Unidos con trámites pendientes de residencia, ciudadanía o asilo, los especialistas sugieren no retirar las solicitudes ni renunciar a entrevistas, aunque se hayan cancelado o reprogramado.
En muchos casos, mantener el expediente activo puede ser crucial para conservar ciertos derechos provisionales, como permisos de trabajo o estadías legales temporarias, mientras dure la revisión.
Otro punto central es mantener actualizados todos los datos de contacto ante USCIS: dirección, correo electrónico y teléfono.
Como el memorando prevé la posibilidad de nuevas entrevistas o pedidos de información adicional, perder una notificación puede tener consecuencias graves, incluyendo el cierre del caso por “abandono” o la pérdida de beneficios ya otorgados.
Quienes tenían pensado iniciar un trámite desde el extranjero —por ejemplo, una petición familiar o un visado de inmigrante— deben ser conscientes de que, en la práctica, los procesos quedarán congelados desde el inicio.
Los especialistas recomiendan revisar si existe alguna otra vía migratoria no alcanzada por la suspensión o evaluar alternativas en otros países, especialmente para quienes enfrentan riesgos de seguridad en su lugar de origen.
A modo de síntesis, los expertos enfatizan cuatro pasos básicos de autoprotección jurídica para las personas alcanzadas por la medida:
- No tomar decisiones migratorias sin consultar antes con un profesional especializado.
- Mantener copias organizadas de toda la documentación presentada y recibida.
- Revisar con frecuencia el estado del caso en los canales oficiales de USCIS.
- Registrar por escrito cualquier comunicación o cambio relevante en la situación personal.
¿Qué deben hacer los residentes en Estados Unidos si piensan viajar a los 19 países con suspensiones?
La suspensión migratoria no prohíbe automáticamente que residentes legales permanentes o personas con otros estatus viajen a los 19 países señalados.
Sin embargo, en el contexto de una revisión de seguridad intensificada, cada viaje puede tener implicancias adicionales a la hora de volver a ingresar a Estados Unidos, sobre todo para quienes aún tienen trámites pendientes o están bajo algún beneficio temporal.
Abogados migratorios advierten que, si bien el foco de la medida está en la revisión de expedientes, los desplazamientos hacia y desde países considerados “de alto riesgo” suelen generar controles más estrictos en los puertos de entrada.
Eso puede traducirse en interrogatorios más extensos, derivaciones a salas de inspección secundaria y demoras significativas, aun para quienes cuentan con documentación en regla.
Quienes tengan residencia permanente (green card) y estén pensando en viajar a alguno de esos países deberían, antes de comprar el pasaje, verificar la vigencia de su tarjeta, de su pasaporte y de cualquier documento adicional vinculado a procesos en curso.
También se recomienda evitar ausencias prolongadas que puedan interpretarse como abandono de la residencia, especialmente en un contexto de revisión intensificada de casos.
Para personas con solicitudes pendientes de asilo, ajuste de estatus u otros beneficios, el consejo habitual es aún más prudente: viajar fuera de Estados Unidos —y más aún a uno de los países en la lista— puede poner en riesgo la continuidad del trámite o complicar severamente el regreso.
Cada caso tiene particularidades, por lo que la recomendación es pedir una opinión escrita a un abogado o representante acreditado antes de salir del país.
En todos los supuestos, los especialistas subrayan la importancia de seguir las comunicaciones oficiales del Departamento de Seguridad Nacional y de USCIS, ya que la política puede modificarse mediante nuevos memorandos o ampliarse a otras nacionalidades.
Hasta que se complete la “revisión integral de seguridad” anunciada por el gobierno, tanto quienes residen en Estados Unidos como quienes planean emigrar desde los 19 países afectados se moverán en un escenario de alta incertidumbre y cambios rápidos, en el que la información precisa y actualizada será un recurso tan valioso como cualquier documento migratorio.







