Hacia una nueva Ley de Nacionalidad Española tras la Ley de Nietos: entrevista exclusiva con Alonso

“Nosotros esperamos que haya una nueva Ley de Nacionalidad Española luego de la Ley de Nietos, que recoja todas las situaciones, porque devolver la nacionalidad es devolver la identidad a quienes siempre han sido nuestros compatriotas”.

La presidenta del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), Violeta Alonso, visitó recientemente Buenos Aires y Córdoba, donde mantuvo un diálogo exclusivo con InfoCivitano.com, sobre el fin de la llamada Ley de Nietos y el futuro de una nueva ley definitiva de nacionalidad española.

También habló sobre los desafíos de los consulados ante la avalancha de solicitudes, la situación crítica en Cuba, las gestiones del Consejo ante las Cortes españolas y las perspectivas de una España con millones de nuevos ciudadanos en el exterior.

Con claridad y convicción, la presidenta del CGCEE aseguró: “Nosotros esperamos que haya una nueva Ley de Nacionalidad Española luego de la Ley de Nietos, que recoja todas las situaciones, porque devolver la nacionalidad es devolver la identidad a quienes siempre han sido nuestros compatriotas”.

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El cierre de la Ley de Nietos y la antesala de una nueva Ley de Nacionalidad Española

InfoCivitano.com (IC): ¿Cómo fue la visita a Argentina, Buenos Aires primero, Córdoba después?

Violeta Alonso (VA): Bueno, pues está siendo una visita, la verdad, con una agenda muy apretada, pero sobre todo los objetivos de la visita eran, por una parte, visitar a la colectividad, los distintos centros españoles más importantes, tanto en Buenos Aires como en Córdoba, también ver un poco el sentir de la colectividad ahora con el fin de la Ley de Nietos, la Ley de Memoria Democrática (LMD). 

Aprovechar el viaje también para hacer difusión de la labor que hacemos en el Consejo General, explicar un poco lo que es el Consejo, que es un órgano consultivo, las propuestas que hacemos, también explicar las propuestas que hacemos en materia de nacionalidad de cara a intentar tener una ley definitiva más allá de estas leyes temporales que hemos tenido con la Ley de Memoria Histórica y ahora con la Ley de Memoria Democrática, ahora llamada aquí Ley de Nietos. 

Y explicar también propuestas que tenemos en otras materias. Además, aprovechar un poco para ver el sentir aquí de las subdivisiones españolas, con el embajador, con los cónsules.

El frenesí por la Ley de Nietos: lo que se palpó en los centros españoles

IC: ¿Qué observó en relación al gran interés por la obtención de la nacionalidad española por la Ley de Memoria Democrática, o Ley de Nietos, en los últimos días?

VA: En los distintos centros, claro, la mayor parte de la gente que está en los centros directamente ya tiene la nacionalidad, en muchos casos sus familiares también la tienen. Entonces, ahí esa parte un poco te van contando, pero está cubierta de otra manera. Pero sí es verdad que, sobre todo, si visitas las oficinas consulares o algunos centros, pues claro, las expectativas que hay son enormes.

Hace un par de semanas que estuvo el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y comentó sobre la posibilidad de prorrogar la ley, que se entendió mal, o sea, generó falsas expectativas porque esta ley no se puede prorrogar. 

Era de dos años, prorrogaba uno más —que se ha hecho— y yo creo que lo que quería transmitir es la posibilidad de generar una nueva legislación. Nosotros esperamos que sea definitiva, pero no sería una prórroga de esta ley, sino una ley distinta.

Desde el Consejo, lo que proponemos es una reforma directamente del Código Civil en distintos articulados, para que todas las opciones que ha habido aquí por la Ley de Nietos puedan estar recogidas ahí, y también para incluir algunos casos que no están pudiendo entrar, por ejemplo, los casos de discriminación. 

Ahora, por ejemplo, si el que emigró era un bisabuelo varón, pueden entrar; si era mujer, no, y eso al final es un caso de discriminación que consideramos que se puede resolver.

La avalancha de solicitudes de la Ley de Nietos y los desafíos consulares

IC: En estos días se habló mucho de los retrasos en los consulados, especialmente en Argentina. ¿Cómo se está gestionando esa situación?

VA: Claro, hubo en muchos países, pero especialmente en Argentina, una avalancha de solicitudes. La gente quiere tener la nacionalidad lo más rápido posible, y eso es comprensible, pero las oficinas consulares no dan abasto.

Lo que se ha hecho —y está muy bien— es que toda la gente pueda entrar en plazo, de modo que la sola solicitud de cita, aunque no se haya podido entregar físicamente la documentación todavía, ya cuenta como registro en tiempo y forma. Eso permite que se les reconozca el derecho a tramitar, aunque el proceso después demore.

IC: Salvo el consulado de La Habana, donde hubo muchos reclamos por el sistema de citas y otros requisitos, ¿no?

VA: El consulado de La Habana también tiene que entrar por esa normativa. Ha tenido distintas problemáticas, con las citas, incluso con la venta de citas, y una serie de circunstancias complicadas.

De todas maneras, conozco a algunas personas —familiares míos incluso— que están trabajando en el consulado de La Habana, y les dije: “Si tenéis problema al solicitar la cita porque la página se cae o los horarios no funcionan, yo intento hacerlo desde Europa, donde tengo mejor conexión”. Curiosamente, así sí lo han podido hacer.

Pero sí, nos llegan de Cuba multitud de quejas, y nosotros las transmitimos a la dirección del consulado para ver cómo se pueden ir paliando. El objetivo, en cualquier caso, es que cualquiera que solicite en plazo pueda entrar.

Lo que pasa es que la gente también tiene la expectativa de decir: “Una vez solicito y tengo la cita, quiero tener la nacionalidad rápido”. Y no es así: se está priorizando la recepción de solicitudes, más que la resolución e inscripción, y hasta que no se inscribe, no se tiene la nacionalidad. Eso ahora puede demorar años.

Nos preocupa especialmente la situación de personas mayores que quizás no lleguen a ver resuelto su trámite, mientras todavía tienen descendientes pendientes de optar a la nacionalidad. 

Estamos intentando que lleguen más recursos para esas tramitaciones. Incluso se está explorando, aunque es algo muy prematuro, la posibilidad de que sean los registros civiles españoles los que ayuden a resolver, sin que todo dependa de los consulados.

Una ley nacionalidad española sin plazos: propuesta y procedimiento

IC: Volviendo a la propuesta del Consejo, esta “ley permanente” de nacionalidad que ustedes ya presentaron, ¿cuáles son los procedimientos y las posibilidades reales de que avance?

VA: Nosotros lo presentamos como acuerdo del Consejo General, que es un órgano consultivo, por lo tanto, lo remitimos a las administraciones. Se presentó tanto a la Comisión de Justicia del Congreso como a la del Senado, y también se envió al Ministerio de Justicia.

Hemos explicado los puntos. En función de los partidos, algunos son más receptivos que otros, o a determinados aspectos. 

Por ejemplo, uno de nuestros puntos es que se pueda hacer como con la nacionalidad italiana: para todos los posibles ascendientes, sin límite de generaciones. 

Eso genera reticencias en algunos sectores políticos, aunque nosotros creemos que, viendo el volumen de quienes ya han entrado con esta ley, los que quedarían fuera serían poquitos, y no darles esa opción sería una lástima.

Nuestra propuesta es de máximo. Luego son los partidos los que deciden si la toman o no. Pero ya está presentada en las Cortes y en el Ministerio, y aprovecharemos todas las reuniones —en Madrid o donde sea— para impulsarla.

En general, los partidos mayoritarios sí tienen voluntad de hacer una ley definitiva. El problema es que los equilibrios parlamentarios actuales son complicados. Yo creo que sí va a haber una ley, pero no sé cuán rápido llegará.

¿Cuándo podría haber novedades con la nueva ley de nacionalidad española?

IC: ¿Hay una próxima instancia ya estipulada para avanzar en esa ley?

VA: Queremos, como decía, empezar a reunirnos con los partidos políticos. Si todo va bien, podría ser a lo largo de este año o en el primer tramo de 2026. Va a depender de la voluntad de ellos y de la situación parlamentaria.

En cualquier caso, desde el Consejo trabajamos en muchos temas, pero sabemos que la nacionalidad es prioritaria, especialmente en países como Argentina, Cuba, México o Brasil. Porque consideramos que es devolver la nacionalidad a quienes siempre fueron nuestros compatriotas, aunque no lo fuesen legalmente.

IC: Se viene un gran desafío cuando se empiece a inscribir a todos los peticionantes. Se calcula que será un número muy grande de nuevos ciudadanos españoles viviendo fuera. ¿Cómo se preparan para eso?

VA: Sí, obviamente va a aumentar la población española en el exterior. El embajador decía la semana pasada que Argentina podría llegar a tener 1.700.000 españoles, cuando antes de la ley eran medio millón. Es decir, se triplicaría la población.

Entonces, hay que reforzar los servicios consulares para atender a toda esa nueva ciudadanía: pasaportes, registros civiles, notarías, etc. No puede ser que alguien tenga que esperar años por un documento.

También hay que fomentar la participación electoral, porque en países como Argentina es muy baja. En parte por las dificultades del voto, pero también porque el interés político suele ser mayor entre los emigrados directos que entre los descendientes. Queremos incentivar esa participación en la vida pública española.

Además, pensamos que hay que modernizar la actividad de los centros españoles para que esa nueva generación de ciudadanos se sienta integrada, tenga espacios de referencia y actividades vinculadas a la colectividad española.

Por último, se está preparando en España un nuevo plan de retorno para españoles en el exterior, que también tendrá muy en cuenta a esta nueva población que está obteniendo la nacionalidad.