El senador Francesco Giacobbe (PD) denunció la contradicción entre los elogios públicos de la primera ministra y las medidas que restringen la ciudadanía italiana iure sanguinis para millones de descendientes.
Un discurso aplaudido, pero criticado por «contradictorio»
Mientras una comisión del Senado debate los cambios a la ciudadanía italiana iure sanguinis, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, habló en el plenario del Senado el 7 de mayo, y afirmó que “los italianos en el exterior son la red diplomática más grande de nuestro país”. La declaración fue recibida con aplausos y una ovación de pie en el Palazzo Madama. Sin embargo, estas palabras fueron rápidamente puestas en duda por legisladores que señalaron la contradicción con las decisiones políticas recientes del gobierno.
Uno de los más críticos fue el senador Francesco Giacobbe, del Partido Democrático (principal fuerza de oposición), representante de la circunscripción África-Asia-Oceanía-Antártida. Giacobbe subrayó que, mientras Meloni exaltaba el papel de los emigrados italianos, su propio Ejecutivo avanzaba en la aprobación de un decreto que, en la práctica, corta el derecho al reconocimiento de la ciudadanía italiana por sangre (iure sanguinis).
“Es una burla”, sentenció Giacobbe. “En el mismo momento en que la Premier los llama ‘embajadores de Italia en el mundo’, su está intentando desmantelar precisamente esa red, a través de un decreto sobre ciudadanía italiana que en la práctica recorta el reconocimiento por iure sanguinis», reclamó.
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“O no lo cree, o no lo frena”
El senador fue más allá en su cuestionamiento: “Entonces, hay dos opciones: o Meloni no cree realmente que los italianos en el exterior sean un recurso, o no comparte el decreto y debería tener el coraje de frenarlo de inmediato. No se puede decir una cosa y hacer exactamente lo contrario… a menos que se piense que los italianos en el exterior sirven solo para los discursos, pero son prescindibles cuando se trata de derechos.”.
Giacobbe no es el único que advirtió esta contradicción. Diversas asociaciones de italianos en el exterior y juristas han manifestado su preocupación por el contenido del Decreto Ley 36, impulsado por el ministro Antonio Tajani y aprobado por el Consejo de Ministros el 28 de marzo.
¿Qué establece el Decreto Ley 36?
El texto legal limita el reconocimiento de la ciudadanía italiana a hijos y nietos de italianos nacidos en Italia o ciudadanos nacidos en el exterior pero que hayan residido al menos dos años en el país antes del nacimiento del descendiente. Además, excluye a los bisnietos y generaciones posteriores de la posibilidad de solicitar la ciudadanía italiana por derecho de sangre, una práctica reconocida y aplicada durante décadas.
Por si fuera poco, el decreto incluye un efecto retroactivo, lo que significa que muchas solicitudes en trámite podrían quedar invalidadas, salvo que ya se haya iniciado un proceso formal antes del 28 de marzo.
El calendario parlamentario: una cuenta regresiva
El martes pasado, el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales anunció el rechazo de 13 enmiendas por considerar que no se vinculan con el objeto de la norma (el derecho de transmisión de la ciudadanía italiana iure sanguinis), pero aún quedan otras 94 enmiendas por debatir, lo que comenzó en la reunión que este jueves se está realianzando en el Senado. El decreto deberá ser votado en el pleno del Senado la próxima semana y, luego, ser ratificado por la Cámara de Diputados antes del 27 de mayo. De no ocurrir, el decreto perderá vigencia.
Desde la oposición, crece la presión para que el gobierno retire o modifique profundamente el texto. “No podemos permitir que un derecho tan fundamental como la ciudadanía, ligado a nuestra historia migrante, sea recortado de esta manera”, afirmó Giacobbe.

Una política de elogios, pero sin derechos
Giacobbe concluyó que el gobierno de Meloni está apostando por una política de doble discurso: “Se usan palabras grandilocuentes para referirse a los emigrados, pero se les cierran las puertas en los hechos”.








Así es. Aplaude a los connacionales en el Extranjero pero les niega su nacionalidad. Que incoherente la situación. Esperemos que no sea aprobada esa ley. Es como un abuso.
Doble discurso dela sra degna traditora dei decendenti