El juez Marco Gattuso, desató la polémica hace algunas semanas cuando decidió elevar una consulta al Tribunal Constitucional un proceso de reconocimiento de la ciudadanía italiana por vía materna. La medida podría terminar con el derecho a la ciudadanía sin límite de generaciones. Antonella Nediani, abogada argentina y experta en ciudadanía italiana explica los posibles efectos sobre los derechos de los descendientes.
Marco Gattuso: el juez que quiere ponerle límite a la ciudadanía italiana iure sanguinis
La ciudadanía italiana es un gran anhelo para millones de descendientes de italianos en todo el mundo. La diáspora italiana tiene más de 10 millones de ciudadanos desparramados por el planeta y es normal que sus descendientes busquen su reconocimiento como italianos en algún momento de la vida. Pero el asunto no es tan sencillo.
Si bien Italia es uno de los países con más facilidades para el reconocimiento de la ciudadanía, existen grupos que se oponen al reconocimiento de los descendientes y de los inmigrantes que llegan a la península. Esta historia sumó otro capítulo en noviembre cuando un prestigioso juez de Bologna abrió un nuevo debate: ¿es inconstitucional el artículo 1 de la ley de ciudadanía italiana que establece que los hijos de italianos, sin importar dónde nazcan, son italianos?
Junto a la abogada argentina Antonella Nediani, especialista en ciudadanía italiana, analizamos los fundamentos del pedido del juez y las consecuencias que podría tener sobre las aspiraciones de los descendientes de conseguir el reconocimiento de su ciudadanía italiana.

El caso en cuestión: iure sanguinis de 12 brasileños, 150 años después
Sobre el escritorio de Marco Gattuso existe hoy un expediente que demanda el reconocimiento de la ciudadanía italiana de 12 brasileños por vía materna. Esto quiere decir que en la línea de ascendencia hay una mujer, y hasta 1949 no se le reconocía a las mujeres italianas el derecho de heredar la ciudadanía a sus hijos.
Actualmente es ampliamente reconocido que se trataba de una legislación discriminativa contra las mujeres, y basta un proceso judicial para que los jueces reconozcan que la limitación es inconstitucional, permitiendo que se reconozca la ciudadanía de los herederos (lo que se conoce como juicio de ciudadanía por vía materna). Sin embargo, en este caso, el inconveniente es otro.
El avo (ancestro nacido en Italia a partir del cual se origina el derecho que se reclama en el juicio) es un hombre nacido en Marzabotto, Provincia de Bologna, en 1874 (hace 150 años). En el planteo al tribunal de Bologna, Gattuso explica que «la ciudadanía identifica el elemento constitutivo del pueblo, cuya soberanía reconoce la Carta Constitucional», y que es » el criterio que permite distinguir al ‘pueblo’ de otros pueblos».
Marco Gattuso: ¿la “italianidad” se pierde con las generaciones?
Gattuso pide al Tribunal Constitucional que verifique si este reglamento (la ley 91/92 que regula el reconocimiento de la ciudadanía) “entra en conflicto con las nociones de pueblo y de ciudadanía mencionadas en la Constitución, con el principio de razonabilidad y con las obligaciones internacionales asumidas por Italia también en el marco de la Unión Europea», pero deja entrever implícitamente que el mecanismo carece de lógica.
En su consulta, el juez de Bologna afirma que los 12 brasileños,»solicitan la verificación de su ciudadanía italiana debido a la mera presencia de un antepasado italiano, entre las decenas de sus antepasados no italianos, nacidos en 1874 y que abandonaron nuestro país cuando eran jóvenes».
Implícitamente, el juez está poniendo en discusión el vínculo entre los descendientes y sus antepasados italianos. La preocupación va más allá del caso puntual de los 12 brasileños, ya que la cuestión de fondo es si Italia puede poner un límite a las generaciones que heredan la ciudadanía italiana, y qué significaría esto para los descendientes que viven en el exterior y esperan su oportunidad de recibir el reconocimiento de su nacionalidad.

La opinión de Antonella Nediani sobre el planteo de Marco Gattuso
Marco Gattuso es un juez prestigioso de Bologna, y tiene fama de una gran independencia del poder. Hace pocas semanas, planteó ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea la cuestión prejudicial del decreto “Países Seguros”, lo que le valió críticas del gobierno italiano.
Antonella Nediani, quien es ciudadana italiana y abogada argentina, especializada en derecho de inmigración y titular de la firma italiana «Nediani Soluzioni Immigrazione», destaca la trayectoria de Gattuso y reconoce su trabajo en favor de los derechos de los inmigrantes.
“Presencié numerosas audiencias presididas por el juez Gattuso en casos de reconocimiento de protección internacional, y tengo una profunda admiración por el enfoque humanitario y la sensibilidad jurídica con la que el juez siempre abordó estas situaciones”, indicó Nediani, quien también resaltó que la labor de Gattuso “ha dejado una huella significativa en la región”.
Sin embargo, la especialista expresó su preocupación por la resolución del juez que busca que se declare inconstitucional el artículo 1 de la Ley de Ciudadanía Italiana. Según advierte Nediani, la postura del juez en este caso, sostiene que después de múltiples generaciones, la transmisión cultural entre los descendientes de emigrantes italianos y su país de origen podría haberse perdido.
Según Gattuso, este distanciamiento dificultará que estas personas sean consideradas parte del pueblo italiano, ya que los conceptos de ciudadanía y pertenencia nacional están directamente vinculados a la soberanía del Estado. Es por eso que la consulta del juez requiere que sea reconocida la ciudadanía hasta la segunda generación (hasta los nietos), salvo que el solicitante haya demostrado vivir por 2 años en Italia, un cambio drástico en la norma de los últimos 30 años.
Para Nediani el problema de fondo, es “la grandísima demanda que está llegando por la crisis latinoamericana. Si no hubiera existido este aumento de demanda de la ciudadanía, todo seguiría igual”.
Los efectos dramáticos para la ciudadanía italiana
Tal como lo explica la abogada Antonella Nediani, las sentencias del Tribunal Constitucional tienen efectos “erga omnes”, es decir “para todos los casos”, y no solamente para el caso que generó la consulta. De fallar el Tribunal que el artículo 1 de la ley 91/92 es inconstitucional y ponerle un límite a las generaciones para reclamar la ciudadanía, esto tendría inmediatamente efecto en todos los casos sucesivos de solicitudes.
“Lamentablemente, según mi experiencia, es la gran mayoría de los solicitantes de ciudadanía que se verían afectados, porque si la Corte establece que se podrá pedir solo hasta la 2da generación, los bisnietos y tataranietos (que son la mayoría) de descendientes de avo no podrán solicitarla, salvo que (y siguiendo lo solicitado por el juez) residan por 2 años en Italia”, explicó.
No obstante la especialista aclara que, según su criterio, este cambio no habilitaría a la revocación de las ciudadanías reconocidas, ya que “constituyen un bien jurídico adquirido y consolidado en el derecho por lo tanto irrevocable”.

Indignación e incertidumbre en la comunidad de descendientes
Este razonamiento ha generado una fuerte oposición, especialmente entre los descendientes de italianos que viven fuera del país, quienes consideran que este enfoque desestima el impacto de la herencia cultural en sus comunidades.
Nediani destaca la injusticia de esta posición, especialmente en países como Argentina, donde la inmigración italiana fue fundamental en la construcción de la sociedad moderna.
“La cultura italiana está profundamente arraigada en el día a día de nuestras comunidades. Desde la influencia en el lenguaje, como el lunfardo, los apellidos, hasta las asociaciones culturales que preservan las tradiciones, la identidad italiana ha sido transmitida de generación en generación con orgullo”, afirmó.
La abogada compartió además su experiencia familiar para ilustrar cómo estas conexiones permanecen vivas a pesar del paso del tiempo. Su padre, descendiente de un emigrante de Faenza nacido en 1852 y emigrado en 1890, fue presidente durante un decenio de una asociación italo-argentina que promovía las costumbres y valores italianos. “Decir que no existe una conexión cultural entre los descendientes y su herencia italiana es ignorar el esfuerzo de millones de familias que han mantenido vivas sus raíces”, señaló.
Nediani también cuestionó el planteamiento del Juez sobre el impacto demográfico de la emigración italiana. Según el magistrado, la gran cantidad de descendientes de italianos en el extranjero constituye un desafío para la soberanía nacional. Sin embargo, la abogada argumenta que si los emigrantes no hubieran partido en su momento, habrían contribuido igualmente al crecimiento demográfico dentro de Italia.
Nediani: llevamos nuestra identidad con orgullo
Finalmente, la experta en derecho migratorio instó a quienes buscan el reconocimiento de su ciudadanía a presentar pruebas sólidas de su vínculo con Italia. “No se trata solo de un trámite legal, sino de una forma de honrar nuestras raíces y demostrar que llevamos nuestra identidad con orgullo”, concluyó.
La resolución de la Corte Constitucional será crucial para determinar cómo se abordará en el futuro el derecho a la ciudadanía italiana iure sanguinis, un tema que afecta a miles de familias que aún buscan mantener viva su conexión con Italia.
Ahora, la cuestión está en manos de la Corte Constitucional, que no tiene un plazo para resolver, aunque suele hacerlo en un plazo de entre los 6 y los 18 meses. “Se que la Corte Constitucional muchas veces se aparta de lo que solicitan los jueces, esperemos que este sea otro caso más”, agregó la especialista.
Cómo es el paradigma italiano de la ciudadanía iure sanguinis
La ley italiana es clara: el hijo de un italiano es italiano. Esta doctrina legal, denominada comúnmente “iure sanguinis” (derecho de sangre) está reconocida como un derecho constitucional, por la jurisprudencia (sucesivos fallos) y tiene una amplia aceptación en la doctrina (opinión de los expertos recopilada en sus trabajos).
Sin embargo, en los últimos años este derechos ha sido objeto de debates y ha sido puesto en duda por quienes sostienen que los descendientes de italianos nacidos en el exterior no tienen vínculos con Italia y su cultura, que buscan la nacionalidad para acceder a los beneficios que la misma otorga a los italianos en todo el mundo.
A los embates de los que desconfían del compromiso de los descendientes con la República, afirman que los inmigrantes representan riesgos para la seguridad o para la continuidad de la cultura italiana; se suman las presiones desde algunos sectores de la Unión Europea que señalan que Italia es el país con la legislación más permisiva en materia de reconocimiento de ciudadanía, constituyéndose en una “puerta de ingreso” de gran número de inmigrantes extra comunitarios al continente, algo que señalan que debe tener un límite.
Qué dice el artículo que Gattuso cuestiona
El artículo 1 de la ley 91/92, la norma que desde 1992 regula el reconocimiento de la ciudadanía italiana, establece:
“Es ciudadano por nacimiento: a) El hijo de padre o madre ciudadanos. b) Quien ha nacido en el territorio de la República si ambos padres son desconocidos o apátridas, o si el hijo no sigue la ciudadanía de los padres según la ley del Estado al cual estos pertenecen”.
“Se considera ciudadano por nacimiento al hijo de desconocidos encontrado en el territorio de la República, si no se prueba la posesión de otra ciudadanía”.
Como se puede ver en el primer párrafo la norma no hace ningún tipo de observación respecto al lugar de nacimiento del hijo de un italiano.
Las normas constitucionales con las que el juez cree que puede haber una incompatibilidad son los siguientes artículos constitucionales:
Art. 1) Italia es una República democrática fundada en el trabajo. La soberanía pertenece al pueblo, que la ejercerá en las formas y dentro de los límites de la Constitución.
Art. 3) Todos los ciudadanos tienen la misma dignidad social y son iguales ante la ley, sin distinción por razones de sexo, raza, lengua, religión, opiniones políticas ni circunstancias personales y sociales. Corresponde a la República suprimir los obstáculos de orden económico y social que, limitando de hecho la libertad y la igualdad entre los ciudadanos, impiden el pleno desarrollo de la persona humana y la participación efectiva de todos los trabajadores en la organización política, económica y social del País.
Por otra parte, el artículo 117 habla de la legislación por regiones y de las facultades jurisdiccionales del Estado Nacional Italiano.
La consulta de constitucionalidad elevada por el juez Marco Gattuso se puede consultar en este link.
Quién es Antonella Nediani
Antonella Nediani es abogada argentina y especialista en ciudadanía italiana. Desde su empresa en Italia, Nediani Soluzioni Immigrazione, ofrece consultas y gestiones especializadas en el ámbito de la inmigración. Su misión es facilitar el proceso de obtención de la ciudadanía italiana por via administrativa y judicial, el «permesso di soggiorno» y el asilo para sus clientes, brindando un servicio profesional y personalizado.
Para consultas y contacto, tiene disponible su número de teléfono +39 351 600 2459, el correo electrónico nedianiantonella@gmail.com, o sus oficinas en Argentina (Calle Chacabuco n. 123, Santiago del Estero, Capital) y en Italia (Via Gallignani n. 47, Faenza -RA-).








He leído lo que se habla del tema.de nacionalidad italiana lo que no entiendo es cómo una persona italiana de nacimiento puede perder su nacionalidad italiana 🤔?
Aunque reciba otra no se pierde la italiana, además cuando consiga otra esa otra no lo hara no italiano o de otra nacionalidad .
Una persona recibe otra ciudadanía pero nunca deja de ser lo que es de.nacimiento por lo tanto no debería de perder su nacionalidad de.origen.
Me parece algo ilógico , además.todo italiano que demuestra su origen tiene que tener derecho a nacionalidad italiana viva donde viva nazca donde nazca.