El gobierno italiano había adelantado que las tareas de asistencia a personas no tendría límite de permisos, pero cedió ante presiones políticas. Habrá más de 13 mil oportunidades.
Las claves
Trabajo en Italia: habrá límites para los extranjeros cuidadores
El gobierno italiano finalmente publicó el decreto ley 146/2025, «disposiciones urgentes en materia de ingreso de trabajadores y ciudadanos extranjeros», en la cual se disponen una serie de medidas relacionadas al trabajo en Italia de extranjeros para tareas de cuidado de personas con discapacidad y ancianos.
La medida, publicada en la Gaceta Oficial el pasado 4 de octubre, implica una sorpresiva marcha atrás en su audaz propuesta de liberalizar los permisos de trabajo en Italia para cuidadores extracomunitarios. Si bien debe ser ratificada por el parlamento, para lo cual este mismo martes se realizará una audiencia informal con representantes de los sindicatos CGIL, CISL y UIL, se descuenta que la medida será ratificada.
Inicialmente, el Gobierno había propuesto establecer de forma estable (y fuera del mecanismo de cuotas) la entrada y estancia de trabajadores para ser empleados en el sector de la asistencia familiar o sociosanitaria, destinados a la asistencia de personas con discapacidad o ancianas mayores de 80 años.
Esta propuesta inicial eliminaba el vínculo cuantitativo (el techo de 10.000 entradas para asistentes familiares para discapacitados y mayores de 80 años, fijado para cada año). La intención era eliminar por completo el límite cuantitativo para estos trabajadores, manteniendo un control riguroso de los requisitos de entrada.
Sin embargo, el Gobierno dio marcha atrás en la propuesta de ingresos estructurales y sin límites numéricos, debido a los temores de los partidos, como la Lega (el partido de Matteo Salvini), que sostienen la peligrosidad de la apertura ilimitada de un canal de entrada para trabajadores extranjeros.
De este modo, se autorizará un número específico de 13.600 asistentes familiares (incluyendo personal de servicio y niñeras, o colf e baby sitter) para el próximo año, cuyo click day será el 18 de febrero, y otros 10.000 permisos (fuera de la cuota del decreto flussi, para cuidadores de personas con discapacidad o adultos mayores de 80 años.
Con esta medida, el gobierno busca equilibrar las necesidades de las familias (que cada vez buscan más cuidadores, o caregiver) debido a la estructura demográfica del país, cada vez más envejecida, y, al mismo tiempo, garantizar el control de los números de quienes entran en Italia, exigido por sus socios de gobierno.
Eliminar los límites: una propuesta desburocratizadora que demanda la realidad italiana
La propuesta inicial del gobierno italiano surgió como una respuesta estratégica a una de las realidades más apremiantes del país: su estructura demográfica. Con una población cada vez más envejecida y una creciente necesidad de asistencia para personas mayores y con discapacidad, la administración buscaba una solución estructural.
En declaraciones recogidas por el matutino italiano Il Sole 24 Ore, el subsecretario de la Presidencia del Consejo, Alfredo Mantovano, había enmarcado la iniciativa como una medida esencial para satisfacer las necesidades de las familias, directamente ligadas a la «estructura demografica del país», reconociendo así la dependencia del sistema de bienestar familiar del trabajo de cuidadores extranjeros.
El plan original consistía en una reforma radical del sistema de cuotas migratorias. Concretamente, el gobierno propuso sacar de forma permanente (stabilmente al di fuori del meccanismo delle quote) al sector de la asistencia familiar y sociosanitaria del restrictivo mecanismo del «decreto flussi».
Esto habría significado que las solicitudes de permisos de trabajo en Italia para extranjeros como cuidadores de personas con discapacidad o mayores de 80 años ya no estarían sujetas a un límite numérico anual, abriendo un canal de entrada legal basado en la demanda real del mercado laboral.
La motivación detrás de esta propuesta no era solo teórica, sino que se basaba en datos concretos del programa experimental implementado para 2025. Dicho programa, que reservaba una cuota de 10.000 permisos para este sector, registró una «demanda limitada» (tiraggio limitato) de solicitudes.
Según datos oficiales al 18 de junio, solo se habían presentado aproximadamente 1.300 peticiones, apenas un 13% del total disponible. Esta baja adhesión impulsó al Ejecutivo a considerar que el sistema de cuotas era un obstáculo ineficaz y a proponer su eliminación total para agilizar la llegada de la mano de obra necesaria.
Sin embargo, lo que parecía un cambio pragmático y definitivo se encontró con una fuerte resistencia política, llevando al gobierno a un abrupto cambio de dirección.
Inmigración y tareas de cuidado: por qué el gobierno vuelve a poner límites
Esta rectificación marca un punto de inflexión en el debate sobre la gestión de los flujos migratorios laborales, evidenciando las tensiones y los equilibrios precarios dentro de la coalición gobernante.
La nueva versión de la norma, que será oficializada este jueves, abandona por completo la idea de eliminar los cupos. En lugar de una apertura permanente, ahora se contempla una simple prórroga de la fase experimental (proroga la sperimentazione) para el trienio 2026-2028. Esto significa que el sector de la asistencia familiar y sociosanitaria seguirá dentro del marco del «decreto flussi», sujeto a cuotas anuales que serán definidas por el gobierno, manteniendo un control cuantitativo estricto sobre las nuevas entradas.
El cambio de postura se debió a las presiones políticas internas. Durante semanas, la norma fue objeto de un intenso tira e molla (tira y afloja) entre los ministerios y las oficinas de Palazzo Chigi, y la solución final fue un «compromiso» político diseñado para calmar estas inquietudes.
Esta solución de compromiso, aunque pragmática para la coalición, se traduce en una continuidad burocrática para quienes aspiran a trabajar en Italia, manteniendo un sistema de cuotas que ya ha mostrado sus límites.
Seguir bajo el Decreto Flussi: las malas noticias de Italia para extranjeros
Para los empleadores y trabajadores extranjeros, la decisión de prorrogar el modelo experimental significa que el marco para solicitar permisos seguirá siendo un procedimiento ya conocido, pero limitado por cuotas. A día de hoy, el gobierno no ha comunicado los detalles operativos específicos, como las fechas de los «click days» o el número exacto de permisos que se asignarán, generando incertidumbre para las familias y los aspirantes.
La principal implicación práctica de esta decisión es la persistencia de un sistema que ya ha demostrado ser ineficiente. Al extender un programa experimental que en 2025 apenas alcanzó el 13% de su cupo, el gobierno pospone una reforma estructural necesaria ante el cuello de botella burocrático que no responde a la demanda real de las familias ni a las necesidades de los trabajadores.
Lo que sí se mantiene sin cambios es el rigor del proceso. La normativa confirma que las peticiones de permiso deberán ser presentadas exclusivamente a través de canales autorizados, como las asociaciones de categoría del sector doméstico o las agencias para el trabajo.
Este requisito busca mantener un «riscontro rigoroso dei requisiti di ingresso» (control riguroso de los requisitos de entrada), asegurando que solo los candidatos que cumplan con todos los criterios legales puedan acceder al permiso, si bien esta barrera burocrática puede dificultar el encuentro entre oferta y demanda.
El calendario del decreto flussi 2026-2028
Según lo establecido por el decreto de flujos migratorios (decreto flussi), el proceso tiene un calendario de implementación que incluye la ventana de precarga (precompilazione) en la que los solicitantes (no los trabajadores sino los empleadores), suben los formularios con los datos de los extranjeros que quieren contratar. Luego, en los click day, se confirman los datos cargados para que el sistema confirme o no el otorgamiento de los permisos en función de los cupos disponibles.
Se espera que la ventana de precarga de solicitudes para el año 2026 comience en los próximos días apenas se confirme la aprobación del decreto. Mientras que los click day seguirían el siguiente cronograma:
- 12 de enero: click day para trabajadores del sector agrícola (agricoli)
- 9 de febrero: trabajadores del sector turístico (turistici)
- 9 al 16 de febrero: trabajadores no estacionales y autónomos
- 18 de febrero: solicitudes de los 13.600 asistentes familiares (incluyendo colf y baby sitter) y 500 trabajadores altamente cualificados.
Respecto a los cupos para trabajadores de cuidado personal para adultos mayores y personas con discapacidad, el decreto ley 146/2025 establece que se habilitarán 10 mil permisos y se creará un canal específico reservado para la autorización de solicitudes de trabajadores domésticos extracomunitarios.
Quienes deseen presentar una solicitud bajo el Decreto Flussi 2026 no podrán hacerlo de forma autónoma, sino que deberán obligatoriamente recurrir a un intermediario acreditado, como una asociación de categoría o una agencia de trabajo autorizada.
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